viernes, 10 de octubre de 2008

Reflexion sobre la aguja hipodermica por Lucas Fuentes.


Desde mi punto de vista la hipótesis de Eduardo Blaustein sobre la aguja hipodérmica es acertada. Los medios se apoderan de nuestros pensamientos. Nos imponen que tenemos que pensar, y sobre que.
A veces nos enferman indirectamente. Durante esta última semana la crisis financiera mundial “afectó” seriamente (creo yo) a la persona a la que diariamente llamo abuela. Todas las mañanas cuando me venía a despertar con un mate dulce (si, dulce!) me decía “Se esta yendo todo a demonio” (obviamente no decía demonio), y cuando yo le preguntaba porque, quien lo decía, ella respondía “Lo dijo Nelson Castro en la radio”. Pobre, no entiende nada de Dawn Jones, ni del Merval (yo tampoco realmente), pero si lo dice la radio, va a pasar. Eso es lo que crean también: la inseguridad. Cuantos dieron soluciones, o trataron de abordar el tema desde un punto de vista “optimista”. Pocos. Pero los seguimos consumiendo.
Provocan heridas verdaderas, dice el periodista de Crítica de la Argentina.
Las personas que comen lechuga van a vivir menos que los que comen tomate, dice una encuesta de la universidad de Kirguistán. “Uy! Yo como lechuga, y no como nunca tomate”, dice Tito, el del bar. Lástima tito vas a vivir 15 años menos, porque lo dice un grupete de universitarios.
Riquelme solo causa problemas en los equipos que juega dicen las radios A, B y C que yo (hipotéticamente) escucho, por decantación, para mi Riquelme es una persona conflictiva. ¿Porque?, tan poco independientes podemos ser. Tal vez la respuesta sea si.
Pero el tema se instala por semanas. No cambia, se habla de los mismo por días, y días, sin pensar si las personas que los escuchan, yen o leen, no se hartan de eso.
Pero estudiando en una escuela que me prepara para chocarme con estas empresas gigantes de comunicación, lo mejor es saber a lo que me voy a tener que enfrentar y disponerme a vencer eso. A ser distinto. Ese es mi segundo objetivo. ¿El primero? Que los medios no me enfermen más a mí ni a mi abuelita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Huy Luquitas! Pobre pobre abuelita!
Excelente comentario!
Vamos a cambiar el mundo de los medios!
Estoy re revolucionaria...
Una abrazo compañeros!
Y vamos por más posteos!
La Paisa.