T.A.H... Lucila Bidondo...

Imaginar nuestras mentes como un terreno fértil para la estupidez, me da algo de temor, pero a su vez solo basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que, lejos de ser ciencia ficción, esto de absorber, de asimilar miles de cosas sin analizar si realmente nos gustan o nos importan, o si son reales o irreales es cosa de todos los días.
Vivimos en una época en la cual el culto es el tonto, el que estudia es gil, el que se compromete con la sociedad es un pesado, el que cuestiona un molesto… ¿Entonces? De verdad pregunto ¿Y entonces?
Un nudo ASI de grande se me hace en la garganta cuando vuelvo a la noche en el Roca y veo a los nenes descalzos haciendo fuerza para ser niños, exigiendo una mirada que nunca obtienen. Un sentimiento que no puedo definir bien, que es una mezcla entre bronca y lástima me surge cuando adolescentes peinados iguales, uniformados con los colores y la indumentaria de la sociedad de consumo se pasean por la calle y por la pantalla de la TV.
La tele dice “Hay crisis económica mundial” pero acá en Argentina todos los días mueren decenas de niños por desnutrición. La radio dice “Son piqueteros, son peligrosos, tienen palos” mientras que la policía se cubre con escudos y chalecos mientras desenfunda sus armas reglamentarias… Y así funcionamos… Los niños descalzos son peligrosos o directamente no dignos de nuestra mirada, Estados Unidos está más crítico que nosotros y los piqueteros son asesinos a sueldo pagados por una fuerza maligna ajena a todo lo que podamos llegar a entender… Y así funcionamos, un sistema enfermo, un sistema que corre en círculos tratando de morderse la cola… Y se la está mordiendo…Y así funcionamos, grandes masas que van a favor del gradiente, correteando desesperada para llegar antes que nadie a esa oferta en el super, raspando el papelito para ver si gana y así llegar a la felicidad suprema ¡¡¡UN MILLON DE PESOS!!! Y así funcionamos… Y así vamos… Y así estamos…